Detengámonos un momento y pensemos:
¿Cuántas veces negociamos nuestra propia realidad, nuestros valores y nuestros principios para simplemente acceder y satisfacer las presiones de nuestro entorno, las presiones de grupo y encontrar así aceptación?
Cuando descubrimos quienes somos, en quién, por quién y para quién tenemos valor, nuestra identidad se afirma y establecemos una realidad en nuestras vidas que se vuelve innegociable y que nos permite caminar seguros y confiados.
-JotaPeCe