Las sociedades sanas que basan sus comportamientos en principios y valores serán siempre comunidades prósperas, viviendo en paz y creciendo en sus preceptos morales y éticos.

Por el contrario, la falta de lo anterior generara la oscuridad de generaciones, países, realidades, que llevara al oscurantismo a sus habitantes.

Hoy, vivimos alucinando con la falta total del respeto a la vida, que se volvió en una estadística, un frío número o indicador que se debe y tiene que ajustarse de cualquier manera para objetivos propuestos y empujados por personas, arrogantes, con vidas sin ningún tipo de escrúpulos y faltos de total humanidad.

Continuamos reflexionando pensamientos que tal vez nos puedan confrontar y porque no, sacudir, en tiempos donde la apatía y falta de compromiso es una opción inaceptable.

Los valientes empóderados por las verdades de aquel quien murió en la cruz, somos los llamados a ser la Sal y Luz del mundo que tanto se necesita.

Los cobardes que no salan la tierra serán pisoteados.

Gracias por permanecer.
Gracias por dejarse desafiar.
Gracias por existir con un propósito.

Dios continúe bendiciéndoles.

-JotaPeCe